La agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre. Cicerón
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Cicerón se refiere a la agricultura no intensiva, es decir a una agricultura autárquica que las personas practican además de otra profesión que es la que declaran como su ocupación principal. Sin embargo, los efectos de practicar una horticultura tranquila y relajada conectan con la tierra y con la naturaleza a la persona, recordándole constantemente de dónde venimos y adónde vamos, haciéndonos mejores y más sabios. La diversidad en la huerta multiplica este conocimiento y sabiduría. Si además añadimos la cría de algunos animales menores, ampliamos nuestro espectro de la vida y ayudamos a ocuparnos de la cría de los microorganismos (con el compostaje), beneficiando al planeta (generando menos efectos contaminantes), a los vecinos (teniendo nuestra tierra limpia), a los animales menores (limpiándolos a diario), a la huerta (aprovechando estas labores para obtener compost, nutrientes para el huerto) y por tanto a nosotros mismos (por tanto. beneficio generado).
Este sistema con mejor o peor éxito existe en Galicia desde hace mucho tiempo. La combinación de una actividad más reglada generalmente en las ciudades con un pequeño huerto aledaño a la vivienda es una situación muy deseable. Cubriendo de esta forma una parte muy importante de las ansias de cada día que es procurarnos alimento. Logrando además aquel dicho de que no hay alimentos mas ricos y buenos que los uno se procura con su trabajo.
Por ello es muy importante tener la curiosidad de mejorar la huerta con las mejores prácticas y diversificar las hortalizas para cumplir con la resultante de la nutrición, comer la máxima variedad posible y la mínima cantidad, evitando especialmente los alimentos que constituyen la proteína animal.
csl.