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La responsabilidad de avanzar en las formas, usos y buenas prácticas en la convivencia la tiene ahora el gobierno autonómico excepto algún caso de retroceso o de comunicación interprovincial o interautonomía que se lo reserva el estado central. Y dentro de nada esa responsabilidad será de cada uno de nosotros, aunque siempre la fue.
Como quien dice estamos a nada de que dejen de ejercer sobre nosotros la presión de control anterior. Pero lo que tenemos por delante es una forma de relacionarnos diferente con todas las precauciones mil veces anunciada hasta que encontremos un tratamiento efectivo o una vacuna. Después si será cuando abandonaremos estas “estrecheces y miedos” que algunos tan mal llevan y veremos como todo vuelve a lo de antes con otras prioridades acuciándonos como siempre. Ya sabéis que no podemos evitar los problemas, pero si aprender a vivir con ellos y a superarlos.
Si hace 100 años, en 1918 superamos la gripe americana USA (mal llamada española) con cerca de entre 20 y 40 millones de muertos. Podemos preguntarnos que aprendimos de aquello, pues muchísimo, aunque no esté en la memoria y de esto también estamos aprendiendo, mas aun con los conocimientos, medios y recursos actuales; por esta razón habrá menos muertos y se encontrará antes una buena solución.
A veces perdemos la perspectiva del tiempo por falta de paciencia y todo lo que nos parece excepcional, no lo es, pues una situación parecida ya la padecimos hace un siglo y con la consiguiente corrección evolutiva en todos los sentidos hacia la actualidad aquí seguimos. En unos años nadie recuérdala una imposición o restricción de actuación o movimientos. De modo que por desgracia hacia el medio ambiente todo volverá, casi como antes, e iremos cambiando nuestra forma de vida y de hacer las cosas por múltiples factores
Estamos deseando dejar de hablar con la máxima prioridad de esto y creo que es el penúltimo artículo sobre el monográfico COVID-19 el último será “Aventurando un resumen”. Queremos hablar de como podemos proteger a las personas mas vulnerables en estos casos. De las consecuencias de cuando bajamos la guardia en los servicios sanitarios, públicos y sociales. Y si bien es cierto que lo privado es una opción, debe tener las garantías de lo público en cuanto a su ámbito de aplicación y lo público debe tener la eficiencia de lo privado. De momento no dedicamos gran cosa para conciliar esta proposición, pero superando el componente ideológico se podría intentar.
Tenemos ganas de vernos, de volver a las actividades, de establecer ese contacto con todas las precauciones, sentiros cerca, como ha sucedido siempre, esta vez más orientado hacia el cambio climático y los fenómenos naturales extremos. A retomar nuestros programas, los energéticos y sociales, especialmente el de atención a adultos mayores (PAAM), con aportaciones y reflexiones sobre como convendría modificar determinados procedimientos y diseñar otros modos de llegar a este punto de nuestras vidas.
Aún así y ya dicha la complejidad de la situación, recordad la resolución de las fórmulas, pues algún cándido razonamiento nos puede hacer pensar que esto ya acabó y no es así.
Cuidaros mas de lo que os dicen y con este cuidado pongámonos en marcha.
csl.