Es un tipo de meditación introspectiva, inspirada en la experiencia de las tradiciones religiosas orientales, principalmente el budismo que así lo registra durante siglos Se trata de prestar atención plena a nuestra mente para observar lo que por ella discurre, sin juzgar ni cambiar nada. ¿Entonces, que esperamos que suceda o mejore? Pues nada respecto de los eventos mentales que tenemos, pero si cambiaremos la relación que tenemos con ellos.
Los ejercicios que se practican en el mindfulness son atención a la respiración, atención a las sensaciones del cuerpo, conocimiento de lo que aflora en todo ello, pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales y de los sentidos.
En la investigación personal e interior que supone la práctica del mindfulness estableceremos la relación entre determinados eventos mentales con situaciones de dolor, estrés y angustia. Podremos disminuir y llegar a evitar estas situaciones siendo capaces de aprovechar el espacio que existe entre el estímulo y la respuesta para reconducir los efectos (de estímulo reacción) y de esta forma ganar en calidad mental y calidad de vida. ¡Ahí es en donde tenemos en nuestra mano la posibilidad de cambiar las cosas, mejor dicho, los efectos! Pero con la exquisitez que supone no tocar lo que observamos y espontáneamente lo que se nos presenta. En todo caso, esto que se nos presenta puede cambiar por sí mismo.
Porque en ese mismo instante, Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En este espacio descansa nuestra capacidad de elegir la respuesta. Y en esa respuesta, se asientan nuestra libertad y nuestro crecimiento. Viktor Frankl.
El mindfulness, que cree en la unión mente-cuerpo, atiende también la parte corporal con ejercicios moderados, como el hatha yoga, en forma de estiramientos y torsiones conscientes algo que podría considerarse como la evolución desacelerada de la edad -del pilates al hatha yoga-.
La consecuencia última de esta práctica es la mejora en las sensaciones físicas y mentales de los practicantes que toman las riendas de su vida, intensificándola, tomando conciencia de todos sus actos y aspirando a vivir una vida que vale la pena vivir.
csl – labecos