Foto de Kelly Sikkema en Unsplash
Muy brevemente, desde nuestra perspectiva y en lo que directamente nos afecta, fue un año de crecimiento, de afianzamiento de relaciones con otras organizaciones que dieron sus frutos, beneficiando socialmente a personas y entidades que precisaban ordenadores operativos para poder trabajar, estudiar o simplemente comunicarse. Agradecemos al equipo de Informática solidaria y otras asociaciones colaboradoras el hacer fácil y posible estas acciones.
Lamentamos la falta de acuerdo y el desinterés, desidia y falta de cumplimiento de los gobiernos en la cumbre del COP27.
Lamentamos también la falta de interés por llegar a algún tipo de acuerdo entre las partes en conflicto en Ucrania, para alcanzar la parada en la destrucción y la irreversible muerte. Sobre todo, por aquellos países que medran con el conflicto, solo hay que observar los que se benefician de esto. Es como un mercado de “futuros”, ¿quiénes creéis que se llevaran los contratos para la reconstrucción de lo destruido, en ocasiones evitable?
Que bueno es hacer la guerra desde el salón de nuestra casa segura y caliente. Europa, por desgracia, lo probó y le encantó. Tenía un buen ejemplo, USA que lo viene haciendo desde siempre, eso sí, “en defensa de la democracia”.
Por qué resucitar una guerra larvada a principios de año, y nacida en el 2014 con toda la maquinaria marketiniana a principios de año, sabiendo las consecuencias económicas (una inflación desbocada), energéticas (dependencia de la materia prima) y sociales (miles de personas desplazadas y fallecidas). Analizando las ventajas y beneficios obtenidos podremos saber los intereses ocultos. Ahí quedan retratados.
A nivel local seguimos con dificultades para organizar actividades de tipo cultural, sobre todo cuando intentamos echar mano de instituciones que dicen serlo.
No fue un buen año. Trabajaremos para que el 2023 sea mejor.
csl -labecos