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Las objeciones a nivel de comentario sobre la publicación del 18 de agosto del 2019, Magazine (un suplemento dominical) que aquí se dicen no significan que no podamos hacer nada, o que – entonces no hacemos nada-. Pretende explicar porque determinadas cosas se hacen de esa forma y las dificultades que supone modificarlas, cuando no eliminarlas.
Mi máximo respeto a los participantes a la charla CERO RESIDUOS, especialmente a Queta Xampeny y Ventura Garrido por su sensibilidad en un asunto tan grave y complejo. Indirectamente también hago una autocritica por señalar algunos problemas y no aportar suficientes soluciones.
Lo que está en cursiva es opinión mía.
1.- Menos cortoplacismo:
Nuestra sociedad de la inmediatez está tan exhausta que parece incapaz de pensar en el futuro de sus hijos. Quizás por ello, cada vez son más quienes optan por no tenerlos, dadas las circunstancias. Una postura respetable, por supuesto, pero que no sería la solución. Esta pasa por actuar a largo plazo, pensando en el bienestar de esos futuros descendientes, en la humanidad futura. Es como plantar un árbol que quizás nunca te dará sombra, pero sí a los que vendrán después.
La sociedad de la inmediatez tiene su justificación por la desbocada marcha de la economía capitalista y tiene nombre se llama rotación, porque así se gana mas y si la rotación lastima, nos inventamos el Mindfulness que además también te hace ganar dinero. Básicamente no tenemos hijos porque no tenemos la seguridad y los recursos para sacarlos adelante y es un regalo de la naturaleza en la lucha contra la superpoblación.
Podríamos pensar que la naturaleza en su sabiduría también hará uso de los estímulos e instintos sexuales, pero me temo que el porno y próximamente los robots sexuales irán dando satisfacción a esos instintos y ganarán la batalla.
Generar las condiciones en las que se den las circunstancias para poder tener hijos se nos antoja como poco prioritario. Otra cosa es cuidar de los muchos hijos desheredados que deambulan por el mundo. Por nuestro mundo.
2.- Menos avión:
En tiempos low-cost, que han normalizado irse de fin de semana a Londres, vale la pena recordar que el avión es el medio de transporte mas contaminante. En especial, en distancias inferiores a mil kilómetros. Para estos recorridos, la mejor alternativa es el tren. La cuestión empieza a entrar en la agenda política. En Alemania, el Partido Verde plantea un máximo de tres vuelos internaciones al año, de ida y vuelta, por persona. Quien necesite superar ese límite podría comprar certificados ambientales a otros ciudadanos. La activista sueca Greta Thunberg hace tiempo que se niega air en avión. De hecho, ha anunciado que irá en un barco de vela a la cumbre del clima que organiza las Naciones Unidas en Nueva York este septiembre.
Hay que ver lo de la activista sueca Greta, confiamos en que no se tenga que posponer la cumbre porque Greta no llega a tiempo, aunque próximo a Cape Cod siempre puede poner un ratito el motor. Si molesta la ironía la sacamos y disculpas. Creo que lo mas sensato no es abrir un mercado de certificados para poder volar. En este caso tengo que reconocer que los esfuerzos de conseguir propulsores mas limpios y eficientes es lo que nos salvará, así como que la gente descubra lo incomodo que es “no ir de viaje”, sino “ir de colas”, así viajaremos menos.
3.- Más cercano:
Al consumir alimentos cultivados cerca y de temporada se evita producir la enorme cantidad de CO2 que implican su almacenamiento y transporte en naves y camiones refrigerados. También se impacta positivamente en la economía local y los alimentos saben mejor. Son mas sanos, pues al reducir su tiempo de transporte, están mas frescos y conservan más nutrientes.
Esto está mas claro tiene una evidencia total, pero no contamos con los efectos colaterales, daños soterrados, etc. que nos mandan al traste tantas buenas intenciones.
Nos hemos deshecho de las tiendas de proximidad. Se imagina un hortelano negociando con un hipermercado la producción de 30 kilos de cebollas y 15 de zanahorias y quien de quien lea este post conoce cual es la temporada de los guisantes, otra pérdida más, está más intangible, pero pérdida.
Recordáis cuando se decía que las tiendas había que cuidarlas para que no desaparecieran, pues no solo se perdieron para los demás. También se perdieron para ellos (un medio muy esforzado de ganarse la vida). Pero primó que el problema era de otro y a lo mejor hasta que los productos no estaban bien presentados, vamos que les faltaba plástico.
A este paso saldrá más a cuenta saber como cultivar las hortalizas para nuestras necesidades, además aprenderemos las temporadas de las hortalizas y nos dará la satisfacción de comer de nuestro esfuerzo.
4.-Más renovables, menos derroche:
Vivimos en una sociedad en la que el despilfarro se ha normalizado. Tanto el visible (se calcula que, por persona, al año, tiramos 250€ de comida), como el invisible (energía, etc.). Conviene apostar por las energías renovables, energías limpias, como la solar, cuyos beneficios son ya incuestionables. Sin olvidar otros aspectos, como moderar la calefacción en casa, evitar los aires acondicionados y hacer un uso racional del agua y de los electrodomésticos.
Es muy complicado y complejo advertir a algunas personas principalmente jóvenes porque son mas descuidados y no pagan ellos la luz controlar el uso de luces, tv, radio, ordenadores, material electrónico que también consumen. Algo similar ocurre con el agua y la contaminación que nosotros hacemos de ella.
La forma de consumo que nos ha sido impuesta, alguna compra masiva tiene este origen, y estas consecuencias, el diseño de los Hiper y el de nuestra cocina están en conjunción con el hecho de que se nos estropee comida y tengamos que tirarla. El Hiper se diseñó para compras masivas, por esta razón todos los hiper te permiten llegar con el coche casi hasta las cajas. Los frigos de casa tienen un tamaño para recibir esas compras masivas porque además así no tenemos que ir a diario a comprar. Fijaros lo que movilizamos, el coche, disponemos de un frigorífico grande, mayor consumo. Eliminamos los comercios de proximidad.
No somos conscientes del coste y contaminación de las grandes centrales electricas.
5.-Más reciclaje:
Después de reducir y reutilizar, viene reciclar, aunque este proceso conlleva la emisión de CO2, es una solución mucho más sensata que tirar todo. En el primer mundo, las facilidades para reciclar residuos como el papel, el plástico, el aceite y el vidrio son cada vez mayores y su práctica mas extendida. Sin embargo, ha aparecido un poderoso frente, que son los desechos tecnológicos: aparatos poco duraderos y difíciles de reparar que se acumulan en vertederos.
En esta propuesta volvemos a entrar en conflicto con el mercado, con la economía, con los empleos, con el marketing y es muy difícil de revertir la situación, pero se puede reducir mucho si actuamos, si reciclamos bien. Es como un paciente crónico que una vez estabilizado va viviendo y puede hasta hacer algún incumplimiento y el propio sistema humano lo va absorbiendo hasta que llega un momento que se desestabiliza y tienen que volver a ocuparse de él. La propia naturaleza irá produciendo consecuencias e irá ajustando todos los excesos hasta resolverlos. Y eso puede conllevar hacernos desaparecer, porque no tenemos a nadie de fuera que se ocupe de nosotros.
Un ejemplo de este último párrafo son los desajustes climáticos que vamos sufriendo.
Tenemos que sentir nuestro planeta como nuestra casa y si vemos algo sucio o sobre la calle denunciarlo y recogerlo
6.-Menos ropa:
El éxito de la organizadora Marie Kondo es el mejor ejemplo de que la acumulación en los roperos, es un signo de nuestros tiempos. La adicción a la llamada moda rápida ha derivado en millones de armarios atiborrados que Kondo gestiona tirando lo que no se usa en enormes bolsas de plástico negro. Pero comprar-tirar-comprar es absolutamente antiecológico. Greenpeace calculó que conservar la ropa uno o dos años más reduce las emisiones de CO2 en este sector en un 24%.
Todo lo que empieza por menos, como “menos ropa”, es que venimos de más y mucho más. Volvemos al sistema económico, el mercado y el marketing que nos empuja a considerar que lo que tenemos ya no vale y esto es así porque la ropa no la usamos para cubrirnos, la usamos para diferenciarnos, para sentirnos mejor.
Otra vez los puestos de trabajo. Ya conocemos en textil donde se fabrican algunas prendas. Aunque para los países ricos nos parezca una miseria sus sueldos. Para ellos y su familia es lo que les permite vivir.
Tenemos que superar la presión de las empresas comercializadoras para eliminar las prendas que tenemos y adquirir unas nuevas.
7.-Menos carne:
Si hubiera un país habitado solo por vacas sería el tercer emisor mundial de contaminantes. La ganadería es la responsable de la emisión del 14,5% de los gases de efecto invernadero y la ganadería industrial, de la pérdida de biodiversidad en ecosistemas como la Amazonía. La producción de carne roja conlleva un número mucho mayor de emisiones que la de pollo, frutas, verduras y cereales. No hace falta convertirse en vegetariano si no se quiere, solo reducir el consumo de carne.
Aquí volvemos a encontrarnos con más y mucho más. Los que venimos de tiempos con mucha escasez, como es el caso de los españoles, queda en el recuerdo una cierta inercia cultural de protegernos para no volver a una situación anterior, hablo del hambre, un término que a estas alturas aun algunos conocen. Entonces tiene sentido que este niño esta guapo y sano si está gordito, una persona rellenita es sinónimo de salud. Hasta que vinieron algunos endocrinos y nos dijeron que no estábamos gorditos, sino que teníamos sobrepeso y algunos obesidad y que eso no era nada bueno. No damos una, eh¡
La carne la comían algunos de vez en cuando. Lo que se viene a denunciar aquí es el origen de esta carne y sus subproductos perjudiciales. Como siempre el fiel de la balanza se traspasa con suma facilidad. Saturamos lo que hacemos por marketing, malas practicas y sobrepoblación. Nunca estuvo tan claro para el beneficio del marketing la cualidad de gregario del ser humano.
Solamente decir que la frugalidad, humildad y lo enjuto está asociado a la longevidad.
Como iniciativa podemos apuntarnos al «lunes sin carne», iniciativa brasileña que está dando resultado.
8.-Mas críticos:
La crisis climática implica el deber de ejercer nuestros derechos como consumidores y ciudadanos. Para cambiar lo que no funciona, hay herramientas para presionar a compañías y gobiernos. La primera el voto: informarse de las políticas ecológicas de los partidos y exigir que se apliquen. El pensamiento crítico puede servir ante aspectos a primera vista banales, como el etiquetado de alimentos. Un correcto etiquetado permite elegir lo más sostenible.
Efectivamente el pensamiento critico debemos de ejercerlo para sobreponernos a las herramientas del marketing. Pero además debemos evitar el pensamiento mágico que son aquellas mentiras tantas veces repetidas que tratan de convencernos. Hoy muy de moda las Fakes news.
La crítica la tenemos que convertir en acciones que nos conduzcan a minimizar los efectos contra la ecología y sostenibilidad.
9.- Menos coche:
Prescindir del coche es la mas efectiva de las acciones cotidianas para frenar el cambio climático. Los vehículos privados, de diésel o gasolina, son uno de los principales generadores de gases efecto invernadero. Urge un cambio, ya en marcha, hacia una movilidad mas sostenible. ¿Cómo? Desplazarse andando (no tiene rival medioambiental), apostando por el transporte público o utilizando otros medios, como la bicicleta los vehículos compartidos o los no contaminantes.
Pues ocurre algo parecido a los aviones. Facilitemos en lo posible el desarrollo de coches limpios que es la tendencia y la inteligencia artificial para llegar cuanto antes al coche sin conductor.
Lo de la bici está bien, pero sobre todo para “quien mueve las piernas mueve el corazón”. A las bicis de pedales se las comerán las bicis y los patinetes eléctricos.
Lo que no pasa es utilizar el coche para hacer algo que podríamos hacer perfectamente sin arrancarlo.
10.-Mas árboles:
En las excursiones de fin de semana, al hacer turismo…cuidar el entorno debe ser siempre una prioridad y, un paso mas allá, una manera de contribuir es plantar árboles en la medida de lo posible, sea en el jardín particular o apoyando proyectos contra la desertización y la deforestación. Los árboles son una gran ayuda para reducir los efectos del calentamiento global.
Hay instituciones como las comunidades de montes y algunas asociaciones que disponen de campañas para plantación de árboles de forma controlada y conveniente. no es siempre bueno tomar la iniciativa personal de plantar un determinado árbol en cualquier sitio.
Diría más en las excursiones de fin de semana llevar una bolsa con el objetivo de recoger lo que otros desconsiderados dejaron, porque un plástico en un monte, no tardará en acabar en un rio o en el mar. Y apúntate a pasear por el monte y a las campañas de plantación de árboles. lo digo por interesarte por ellos y aprende sus nombres y para que sirven.
11.- Menos plástico:
El plástico invade nuestro entorno. En el supermercado, auténticos templos de este material, envuelve hasta los pepinos y las naranjas. Difícil de reciclar y casi indestructible, millones de toneladas contaminan tierras y mares. Por fortuna, empieza a haber una reacción y se ofrecen mas alimentos y productos sin plástico. Además de optar por ellos, otros gestos efectivos son beber agua del grifo, no embotellada y al comprar usar bolsas reutilizables o el carrito de toda la vida.
Que decir del plástico. Urgencia es poco. El problema que tenemos en los mares no es el plástico que podemos recoger hoy, que cada día que pasa es menos, no porque haya menos, sino por la atomización que supone su descomposición en pequeñas partículas que pueden pasar a la cadena trófica y eso supone que nos lo vamos a comer Lo que supone que vamos a dejar de comer una cantidad brutal de proteína animal (todo el pescado). Otra corrección de la sabia naturaleza.
Actualmente de manera consensuada nadie está recogiendo los miles de toneladas de plásticos que están localizados en el mar.
Podemos usar bolsas de tela reutilizables para la compra y bolsa reutilizables para la fruta, la charcutería, la carnicería y al pescadería, también recipientes estancos de cristal..
Conclusiones, Bien estas son mis consideraciones, como no podrían ser de otra manera compartidas por unos y por otros no.
Vamos quemando etapas y las advertencias y concienciaciones ya pasaron. Ahora nos toca remar y duro.
Este sistema económico que nos hizo progresar hasta aquí también nos está provocando un ajuste por parte de la naturaleza que nos puede llevar por delante.
El marketing que mal utilizamos es perverso, nos venden una crema magnifica para oler bien dañando la capa de grasa natural que hace que la piel este sana y flexible y para resolverlo después nos vende una crema para reponer esa grasa. Negocio redondo.
Solamente nosotros somos los que podemos poner freno a este deterioro. A algunas consecuencias ya no.
No esperéis que aquellos que manejan grandes fortunas con este sistema vayan a reaccionar para solucionar algo.
Solo cada uno a nivel personal, puede tomar decisiones en el buen sentido para conservar y mantener lo que tenemos. Por esta razón no podemos quedarnos con los brazos cruzados y tenemos que reaccionar modificando nuestras costumbres y participando.
Esto es como las huelgas reivindicativas, no participan todos, pero todos se benefician de lo conseguido. En este caso la patronal es la naturaleza y no podrás negociar con ella, solo evitar sus consecuencias.
Un placer como siempre.
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18 de agosto del 2019, Magazine (un suplemento dominical)
csl-Labecos